Por. Pablo de la Cuesta Ávila        






   A CARA O CRUZ   






 DEVENIR EN SOMBRA 


Perdido
en mi errante deambular
de sonrisas y ficciones.
Tan sólo evanescentes
ráfagas me recuerdan
que estoy vivo.
El vacío
más misterioso e infinito
se ha apoderado de mí.
Ya no hay creencias
ni ilusiones,
y tampoco ideología.
Pululan distracciones,
narcótica evasión
que atempera angustia.
Letárgico consuelo
pretenciosa estupidez
juegos diletantes.
Artificios del deseo
reflejos de un pasado
sapiencia que nunca fue.
Escabroso derrotero
estructuras en falta
inasible completud.
Palpitantes bordes
furtivos y etéreos
huidizos e insaciables.
Dionisíaca apatía
certera, distante,
prohibición, mentira.
Algún goce recóndito
callado e impetuoso
irrumpe enrevesado.
Cautivadora belleza
fascinación y embeleso
imposible perpetuidad.
Fragmentos y cicatrices
excesos y desmesura
contradicción y entredicho.
Frontera psíquico-somática
peregrinaje en trasmutación
circulación significante.
Pulsiones e Inconsciente
conjeturas parciales
"lo real" se escapa.
Pregunta que resiste
enigma inalcanzable
el innombrable decir.
Quedan oscilantes restos
vaivenes de emociones
caos, sorpresa, alegría.
Una leve euforia
percepción dibujada
reencuentro anhelado.
Quizá pasión de a ratos,
apenas metáfora
y ensoñación gastada.
Vanidosos delirios
obturan y suprimen
la curiosa extrañeza.
Por aquí y por allá
narcisismos danzan
en inerte marcha.
Armonía efímera,
al agarrar la pluma
reaparece el abismo.
Asoma -borrosa-
la muerte,
como única verdad.
Un tenebroso cortejo
de valores e ideales
disimula el sinsentido.
Adoctrinadas voces
y esquivas miradas
emulan sus rituales.
Simple naturalidad
razones y buen gusto
ponderan al unísono.
Objetivado mundo
apetencia catalogada
dirigismo inmutable.
Comparsa de dogmas,
filosofías morales
y cientificismos.
Universalizaciones
ávidas de certeza
y causalidad primera.
Asombro enmudecido
por fantásticos relatos
que eclipsan lo singular.
Acompasadas comedias,
coros-muletas-guiones,
precipicio y fugacidad.
Simulacro a la deriva
supuestos repetidos
apariencias en fila.
Fluir imaginario,
engendros envueltos
en aire viciado.
Altivos semblantes
de élite programada,
autobombo y engaño.
Cruel laberinto
plagado de espejismo
que gobierna destinos.
Premios y castigos
presagios y tormentos
esperanza y miedo.
Dolorosa alienación
estigmas enquistados
artilugios vanos.
Atrás la melancolía
acecha a distancia
suplicios y azotes.
Procesión sombría
paradoja inexplicable
aturde para persistir.
Eco sin tiempo
implacable captura
efecto del lenguaje.
Remolino discursivo
y desenlace velado:
la locura... o la nada.
Así vuelve, indómita,
la tumultuosa oscuridad
en dialéctica espiral.
Retorno miserable
abusos silenciados
crónico desamparo.
Supersticiosas huellas
desde siempre sostienen
los culturales legados.
Señuelos y placebos
encubren y acorralan
con místicas señales.
Suplencias fallidas y
ceremonial vasallaje
hacia lo inanimado.
Tanático dominio
la peor inmanencia
culpa que arrebata.
Triunfo y fracaso,
dos exiguas caras
del mismo final.
Intempestivamente
equívocos fantasmas
rigen y acompañan.
Mitos y máscaras,
eternos disfraces,
esconden soledad.
Y me refugio
en cada resonancia
de la palabra.




 FICCIÓN VACÍA 


Hoy soy puro silencio,
ausencia absoluta.
No forzaré ninguna salida.
Sólo pena a mi alrededor,
y hastío.
Esta vez, lo siento,
hasta las letras sobran.